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La EFSA propone ahora rebajar 100.000 veces la ingesta recomendable de Bisfenol A

Durante muchos años la EFSA ha autorizado concentraciones decenas de miles de veces superiores a las que ahora dice que son seguras

 La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha sacado a información pública un borrador de dictamen científico en el que recomienda rebajar nada menos que 100.000 veces el límite que se considera seguro de bisfenol A (BPA) (1) , una sustancia que ha sido asociada por la ciencia a infinidad de problemas de salud y que ha sido detectada en el organismo de la práctica totalidad de la población. El borrador estará abierto a consulta pública hasta el próximo 8 de febrero.

En la propuesta actual del borrador de reevaluación del BPA, el panel de expertos de la EFSA sobre materiales en contacto con alimentos recomienda establecer una ingesta diaria tolerable de esta sustancia tóxica de 0,04 nanogramos por kilogramo de peso corporal por día, cuando desde 2015 aseguraba que era seguro ingerir 4 microgramos por kilo (2)  y con anterioridad a esa fecha había defendido que eran seguros 50 microgramos por kilo (3) .

Resulta chocante que hasta ahora la EFSA haya estado sosteniendo que era supuestamente seguro exponerse a concentraciones 100.000 veces más altas de las que ahora nos dice a pesar de la evidencia científica existente(4). Es más, si tomamos como referencia el límite que se había fijado con anterioridad al año 2015, tendremos que entonces la EFSA nos decía que era supuestamente seguro exponernos a concentraciones que son 1.250.000 veces superiores a lo que ahora nos dice.

La comunidad científica llevaba más de 20 años alertando acerca de los riesgos del bisfenol A sin que la EFSA hiciese caso de los centenares de investigaciones realizadas que mostraban que causaba efectos a muy bajas concentraciones, mientras que por el contrario prefería prestar más atención a unos pocos estudios escasamente fiables pero pagados por la propia industria y, por tanto, nacidos de un flagrante conflicto de interés. Algo que debería abrir los ojos de muchos sobre el modo en el que las agencias reguladoras pueden afirmar que es seguro exponernos a una serie de sustancias sin que ello sea cierto, favoreciendo de ese modo los intereses de algunas industrias.

El que la EFSA parezca ahora querer escuchar a la ciencia es una noticia agridulce ya que es algo que debería haber hecho hace muchos años, y además está aún está por ver cuál será la decisión final, ya que se trata de una simple propuesta sujeta a posibles modificaciones. La razón alegada por la EFSA para una reducción tan dramática de la concentración permitida es que dice que ha evaluado ahora estudios científicos publicados desde 2013 hasta 2018 en especial, según afirma, "aquellos que indican efectos adversos del BPA en el sistema inmunológico”. Sin embargo, ya existía mucho antes una aplastante literatura científica sobre los más diversos efectos del BPA. Décadas de estudios sobre su peligrosidad.

Esta sustancia probablemente sea uno de los contaminantes hormonales más estudiados. Desde los años noventa la ciencia ha ido acumulando estudios que muestran que el BPA tiene efectos potencialmente dañinos sobre la reproducción, el desarrollo del cerebro, la salud de las glándulas mamarias y el metabolismo, entre otros. También se sabe que estos efectos nocivos pueden ocurrir incluso con muy bajas concentraciones de esta sustancia, preocupando especialmente la exposición de mujeres embarazadas, ya que los efectos del BPA pueden ser mucho más severos en el caso de embriones o fetos en desarrollo.

Es probable que la EFSA se haya atrevido ahora a hacer esa propuesta porque parte de la industria lleva ya mucho tiempo reemplazando esta sustancia por otros sustitutos y por ello acaso ya no les suponga tanto problema su eliminación en materiales en contacto con la comida.

Hay que adevertir también acerca del hecho de que algunas de las sustancias que ya se están empleando en lugar del BPA, como el BPS o el BPF, podrían tener efectos negativos parecidos, según lleva tiempo alertando la comunidad científica. Es el problema, repetido una y otra vez, de la llamada sustitución lamentable, y cabe preguntarse si tendremos que esperar otra vez décadas para que se eliminen otras sustancias que pueden ser dañinas, asistiendo al penoso espectáculo de unas agencias reguladoras que hacen oídos sordos a la ciencia mientras millones de personas se exponen a los riesgos.

 El bisfenol A es empleado en la fabricación del policarbonato, aunque también puede añadirse a otros plásticos, y también se usa para producir resinas epoxi que pueden recubrir el interior de latas de alimentos y bebidas, de modo que estos pueden ser contaminados con pequeñas cantidades de la sustancia y pasar así al cuerpo humano.

Si no queremos vernos permanentemente expuestos a problemas como el descrito, el sistema de evaluación de los riesgos químicos debe ser profundamente reformado para que se tenga en cuenta la evidencia científica real, y no tanto los estudios de la propia industria, corrigiendo problemas como el de los conflictos de interés reiteradamente denunciados en agencias como la EFSA (5 ).

 

1 Bisphenol A: EFSA draft opinion proposes lowering the tolerable daily intake https://www.efsa.europa.eu/en/news/bisphenol-efsa-draft-opinion-proposes... https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/noticias_y_actualizaciones/noticias... https://www.ehn.org/bpa-canned-food-2656056495.html

2 Testing the study appraisal methodology from the 2017 Bisphenol A (BPA) hazard assessment protocol. EFSA Supporting Publications: November 2019

3 No consumer health risk from bisphenol A exposure. Published:21 January 2015 https://www.efsa.europa.eu/en/press/news/150121

4 https://www.hogarsintoxicos.org/es/actua/campana-para-retirar-bisfenol

5 Conflicts of interest at the European Food Safety Authority erode public confidence. J Epidemiol Community Health jech-2012-202185Published Online First: 8 March 2013 Stéphane Horel and Corporate Europe Observatory. Unhappy meal. The European Food Safety Authority’s independence problem. CEO: October 2013 European Court of Auditors. Management of conflict of interest in selected EU agencies: Special report no. 15. Luxembourg, 2012. Secret safety studies undermine EFSA's transparency claims, Corporate Europe Observatory 2013 (available through: http://corporateeurope.org/pressreleases/2013/10/secret-safety-studies-u...). Holland, N., Robinson, C., and Harbinson, R. (2012). Conflicts on the menu: A decade of industry influence at the European Food Safety Authority (EFSA). Brussels, Belgium, Corporate Europe Observatory and Earth Open Source. http://corporateeurope.org/sites/default/files/publications/conflicts_on...

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