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Adelgazamiento "tóxico" (International Journal of Obesity)

El adelgazamiento puede aumentar la concentración de sustancias tóxicas en la sangre.

En esta web ya hemos detallado como la presencia de algunos contaminantes químicos en el cuerpo humano puede estar ligada al desarrollo de la obesidad (ver: Obesidad ). Pero es que, además, y es lo que muestra el estudio científico del que ahora hablamos, estos contaminantes químicos también pueden ser un problema a la hora de adelgazar, a consecuencia de que ése adelgazamiento genera que los tóxicos pasen a la sangre desde las grasas que se destruyen.

Luchador de Sumo. (Wikimedia)

El tema en realidad se sabía o suponía hace mucho, por puro sentido común o por observaciones diversas. Si muchos contaminantes químicos se acumulan en las grasas, parecía evidente que al destruirse estas , los contaminantes se liberasen.

Lo "gracioso" del tema es que los tóxicos, unidos a otros factores en mayor o menor medida, no solo podrían generar la obesidad sino que, además, podrían producir problemas a las personas que intentan librarse de ella. No entramos en hasta que punto los beneficios de la pérdida de peso puedan superar o no los posibles perjuicios de lo que se comenta, pero sí en el hecho de que esto es otro dato que indica que a la hora de afrontar el problema de la pérdida de peso y de la obesidad en conjunto, no puede dejarse de considerar la presencia de ésos contaminantes químicos. No solo ya a la hora de prevenir la obesidad como sugieren otros estudios citados en esta web (ver: Obesidad ) sino incluso a la hora de tratarla una vez ya existe. En cualquier caso, lo que evidenciaría todo esto es que siempre sería preferible prevenir que curar. Que reducir la entrada de tóxicos en nuestros organismos podría tener efectos positivos tanto en la prevención de la obesidad como en  minimizar una serie de problemas que pudieran estar ligados a los procesos de adelgazamiento.

Pero vamos a la investigación que ahora nos ocupa. La International Journal of Obesity ha publicado un estudio titulado Inverse associations between long-term weight change and serum concentrations of persistent organic pollutants ( en castellano: Asociaciones inversas entre el cambio de peso a largo plazo y las concentraciones séricas de contaminantes orgánicos persistentes). (Ver online: http://www.nature.com/ijo/journal/vaop/ncurrent/abs/ijo2010188a.html ). Lo que dice es que hay una relación inversa entre los que ganan o pierden peso a largo plazo y la concentración de contaminantes que se miden en su sangre. Los que ganan peso durante un tiempo, tienen menos contaminantes en sangre, y los que lo pierden tienen más. Esta mayor concentración de tóxicos pudiera causar determinados daños en los órganos de las personas que adelgazan.

En la investigación han colaborado especialistas de Medicina Preventiva, Medicina Ambiental y Ocupacional , Epidemiología y Nutrición, de las Universidades de Kyungpook y Eulji (Korea) , Minnesota (EE.UU.) y Oslo (Noruega) , basándose en los datos sobre 1099 personas de Estados Unidos procedentes de la National Health and Nutrition Examination Survey.

Se apunta como estudios anteriores mostraban vínculos entre la pérdida de peso y mayor riesgo de determinados problemas cardiovasculares o de demencia, entendiendo que acaso el mayor contenido de tóxicos en sangre pudiera ser una explicación.

Los contaminantes medidos en este estudio son algunos pesticidas como trans-nonaclor, p,p´,diclorodifenildicloroetileno (DDE, un metabolito del DDT), o beta-hexaclorociclohexano, y contaminantes industriales como PCB 169, PCB 180 y 1, 2, 3, 4 , 6, 7, 8, y heptaclorodibenzo-p-dioxina.

 

Ver más en:

http://www.nature.com/ijo/journal/vaop/ncurrent/abs/ijo2010188a.html

http://www.abc.net.au/science/articles/2010/09/08/3005218.htm

http://www.medicalnewstoday.com/articles/200384.php

 

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