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Alergias y sustancias como el triclosán (presente en algunos jabones) y el bisfenol A (Env. Health Pespectives, 2010)

El estudio, en el que han participado científicos de la Universidad de Michigan, la Universidad de Nueva York o la Universidad de Princetown(EE.UU.) se centra en dos sustancias sobre las que se ha publicado una amplia literatura científica acerca de sus efectos: el triclosán y el bisfenol A (ambos preocupan por efectos como el de alteración hormonal).

El estudio es: Clayton EMR, Todd M, Dowd JB, Aiello AE 2010. The Impact of Bisphenol A and Triclosan on Immune Parameters in the US Population, NHANES 2003-2006. Environ Health Perspect :-. doi:10.1289/ehp.1002883

El triclosán se ha usado como compuesto antibacteriano en jabones antibacterianos, dentífricos, pañales, dispositivos médicos, cosméticos,  desodorantes, desinfectantes, y múltiples productos finales. Y el bisfenol A, puede estar desde en empastes dentarios a en el interior de las latas de comida, entre otros muchos lugares (ver: Bisfenol A).

Según las conclusiones de esta investigación los jóvenes que más usan ciertos jabones antibacterianos en cuya composición figura el triclosán podrían tener más alergias.

Y los adultos más expuestos al bisfenol A, también podrían ver alterado su sistema inmune.

Una de las cosas más interesantes de este estudio es que, como en otras investigaciones, se analizó a personas representantes de los valores medios de exposición a las sustancias en una población general. Esto es, no se trata de lo que se ve en laboratorio, forzando exposiciones a sustancias concretas, sino que el "laboratorio" es el mundo real. Esto es, son los niveles de ésas sustancias que tiene ya en su sangre el hombre de la calle. Y las asociaciones que se detectan entre la presencia de unos niveles determinados de ésas sustancias y un mayor riesgo de padecer una serie de problemas sanitarios, pueden por tanto tener que ver con la incidencia general de una serie de enfermedades y problemas de salud.

Todo lo anterior es posible porque se basa en un muy amplio muestreo de la presencia de contaminantes en los cuerpos de los americanos realizado en el contexto de la ambiciosa encuenta nacional de salud y nutrición (la National Health and Nutrition Examination Survey).

Basándose en los datos de esa encuesta los científicos compararon los niveles de triclosán y bisfenol A presentes en la orina y vieron que existía una relación con los diagnósticos de alergia o fiebre el heno y con los niveles de anticuerpos del citomegalovirus (CMV) y el diagnóstico de alergias o fiebre del heno en niños de más de 6 años y en adultos.

Es decir, que la mayor o menor presencia de los contaminantes estaba asociada a alteraciones de la inmunidad.

Los adultos que tenían más bisfenol A tenían más anticuerpos CMV.

Y los menores de 18 años que tenían más triclosán tenían más riesgo de tener alergias y fiebre del heno.

Los autores de la investigación han apuntado una posible vinculación entre lo visto para el triclosán , empleado como anti-bacteriano en muchos productos (inclusive en muchos productos para la limpieza del hogar), podría tener que ver , además, con lo sostenido con la "teoria de la higiene" que trata de explicar lo que  sucede con las alergias en base a las consecuencias de un mal entendido , pero muy extendido, concepto de la higiene, que lleva a alterar una exposición a microorganismos que podrían ser beneficiosos para la correcta maduración del sistema inmune.

Las conclusiones de esta investigación, tanto las que se refieren al triclosán como las que lo hacen al bisfenol A, apuntan en un sentido favorable a lo que venimos divulgando desde hace tiempo en el Fodesam, en consonancia con los resultados de muchas investigaciones. A saber: que aunque desde cierta óptica miope muchas personas puedan entender el fenómeno de las alergias como algo determinado por cosas tales como el pólen, y desde ciertos ámbitos todo esté centrado en determinar a qué se es alérgico y a dar tratamientos puramente sintomáticos, mientras los índices de alergias crecen de forma desmesurada,  hay algo de fondo en lo que una buena parte de la población no repara. Y ése algo es que polen, por ejemplo, ha habido siempre, y antes no había tantas alergias. Que, por tanto, debe haber algo ahora que antes no había y que sea lo que explica el incremento brutal de las tasas de alérgicos. Y que entre ésas cosas que hay ahora y que antes no había podría estar jugando un papel muy notable la presencia de ingentes cantidades de contaminantes químicos en nuestro entorno cotidiano y en nuestros cuerpos (ver, por ejemplo: Sistema inmune en jaque por los tóxicos ). Es decir, que como en aquella frase célebre de que "el sabio apunta al cielo y el tonto mira al dedo", estamos mirando a los efectos pero no a las causas, miramos al pólen, pero no tanto a cosas como las alteraciones de nuestra inmunidad por factores tales como los contaminantes químicos.

EL ESTUDIO  AL QUE ALUDIMOS EN ESTE TEXTO PUEDE SER CONSULTADO EN: 

Clayton EMR, Todd M, Dowd JB, Aiello AE 2010. The Impact of Bisphenol A and Triclosan on Immune Parameters in the US Population, NHANES 2003-2006. Environ Health Perspect :-. doi:10.1289/ehp.1002883

http://ehp03.niehs.nih.gov/article/fetchArticle.action?articleURI=info%3Adoi%2F10.1289%2Fehp.1002883

http://ehp03.niehs.nih.gov/article/fetchObjectAttachment.action;jsessionid=550F065F2338EDC5EE55789786529A53?uri=info%3Adoi%2F10.1289%2Fehp.1002883&representation=PDF

 

TITULARES PRENSA:

http://www.europapress.es/sociedad/salud/noticia-jabones-antibacterianos-podrian-alterar-respuesta-inmune-20101129112630.html

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