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Bajas concentraciones

El efecto cóctel

Uno de los errores más importantes , ligados a la evaluación de los riesgos de la exposición a las sustancias químicas tóxicas , es el que abordamos aquí. La relevancia de este error es comparable a la de la subestimación de los supuestos niveles “bajos”.

El mito de los niveles "bajos"


Uno de los mayores paradigmas de cierta toxicología convencional es ,precisamente, la creencia de que “es la dosis la que hace al veneno”. La máxima, repetida hasta la saciedad, es que a mayor dosis del veneno, más efecto y que, por tanto, no es esperable que a niveles bajos se produzcan daños. Sobre estas ideas se han asentado buena parte de los conceptos que se critican en otros apartados de esta web. Es la base de los límites permitidos de exposición a sustancias que tradicionalmente han venido estableciéndose contribuyendo a mantener en la población falsas sensaciones de control y seguridad, al fomentar la creencia de que solo los niveles altos de exposición a tóxicos pueden tener efectos sobre nuestra salud.

La toxicología, ciencia inexacta

Si hay una ciencia que haga honor a eso de que hay pocas ciencias exactas es sin duda alguna la toxicología. Porque exacta, lo que se dice exacta, es más bien poco. Especialmente es así a la hora de establecer qué límites de una sustancia tóxica son seguros y que límites no lo son.

Actualización toxicología

 

Los sistemas actuales dominantes de evaluación de los riesgos derivados de la exposición a las sustancias tóxicas están , muchas veces, desfasados , o están viciados por una serie de enfoques erróneos o incluso interesados.

Otras veces, las presiones de la industria han hecho que se llegue a límites "legales" que no son seguros.

Muchas personas desinformadas se tranquilizan al saber que se están exponiendo  a niveles "legales" de una sustancia que, realmente, no son seguros para la salud.

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