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Ambientadores

En un conocido informe de la Agencia de Protección Ambiental de California (EE.UU.) los ambientadores son citados , junto a los productos de limpieza, como elemento conflictivo en la contaminación de los ambientes interiores. ( Nazaroff WW et al. (April 2006). Indoor air chemistry. Cleaning agents, ozone and toxic air contaminants. Final report: Contract No. 01-336. Prepared for the California Air Resources Board and the California Environmental Protection Agency.)

En los últimos tiempos, en parte por un esfuerzo publicitario muy considerable, se ha generalizado mucho su uso en los hogares. En la promoción de muchos de ellos pareciera venderse casi la idea de que hacen cosas tales como “purificar el aire” –algunos de ellos incluso explotan esa idea en su propio nombre- , aunque a lo más que llegan, obviamente, es a afectar a nuestras capacidades olfativas de modo que no perciban ciertos olores o a sepultar estos bajo otros más fuertes. En relación con esa pretendida capacidad de “purificar el aire” lo que no deja de ser toda una ironía ,en cualquier caso, es que muchos científicos hablen de estos productos dentro del capítulo de la contaminación del mismo.

La verdad es que ni siquiera es preciso consultar lo que dicen las investigaciones científicas para que percibamos que probablemente hay algo que no huele quizás del todo bien en este asunto. Basta con leer las etiquetas de muchos de ellos en las que, con letras normalmente bastante pequeñitas, se nos recomiendan cosas como que los empleemos sólo en lugares bien ventilados y que ,por amor de Dios, no respiremos sus aerosoles (1). Uno se pregunta hasta que punto pueden seguirse tales recomendaciones de los fabricantes dado el uso que se suele asignar a estos productos. Y, en cualquier caso, lo que las propias etiquetas nos dicen se conjuga mal con la alegría con la que tantas y tantas personas, que por lo que se ve no se dedican a leerlas, usan estos productos.

Las etiquetas no suelen ser , la verdad , demasiado elocuentes sobre las sustancias contenidas en los ambientadores, aunque en algunas de ellas se citan grupos de sustancias que no mueven a una excesiva tranquilidad. Al margen de lo poco que se informa en las etiquetas, la investigación científica ha listado determinadas sustancias presentes , tales como el d-limonene, dihydromercinol, linalool, linalyl acetate, beta-citronellol, alpha-pinene, beta-pinene, 3-carene, camphene, benzyl propionate, benzyl alcohol, benzaldehido, etc. algunas de las cuales podrían dar algunos problemas (2) .

Si repasamos los estudios realizados sobre animales de laboratorio , expuestos a esas u otras sustancias de algunos ambientadores, estos nos hablan de cosas tales como crecimientos de la irritación sensorial y pulmonar, problemas respiratorios o conductas anormales (3). En personas, existen diversas investigaciones que, entre otras cosas, establecen vínculos entre la exposición a las sustancias liberadas por ambientadores del hogar y ,por ejemplo, crecimientos de las tasas de depresiones maternales (4) entre otros problemas (5).

Evidentemente a los fabricantes no les gusta demasiado que se responsabilice a sus productos de cosas semejantes que, desde luego, no contribuyen demasiado a su imagen de saludables “purificadores del aire”.

Es comprensible la indignación que les produjo que la Asociación Europea de Asociaciones de Consumidores (Bureau Européen des Unions de Consommateurs-BEUC) alertase hace unos pocos años acerca de la presencia de determinadas sustancias cancerígenas en ambientadores y productos de aromaterapia.

Las asociaciones de consumidores de diferentes países , ante las dudas existentes acerca de la seguridad de estos productos, se habían unido para realizar un amplio informe sobre la cuestión (6) . Para elaborarlo se analizaron un total de 76 ambientadores para el hogar. Pertenecían a distintas categorías, tales como vaporizadores, difusores eléctricos, líquidos y geles, velas perfumadas,... sin excluir ciertas cosas que suelen tener una apariencia más “natural” ( incienso , aceites esenciales y algunos desecados y perfumados).

Los expertos de la Asociación Europea de Consumidores no se habían contentado con ocuparse de analizar los compuestos orgánicos volátiles liberados por los productos , sino que habían realizado una interesante revisión de una parte de los estudios científicos que se habían hecho hasta ese momento. El resultado era un informe con una poderosa base documental que además de enumerar una serie de sustancias problemáticas (formaldehído, benceno, estireno, terpenos, tolueno, dietilftalato,...) abordaba cosas muy interesantes acerca de cosas como el auge del asma infantil o las sustancias con cualidades alergénicas.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) española también colaboró en ese estudio internacional. Los resultados obtenidos llevaron a sus responsables a afirmar el carácter perjudicial de 23 de los 32 productos que habían analizado, llegando a pedir su prohibición (7). En concordancia con el informe europeo, se denunciaba la presencia en ellos de sustancias que podían resultar alergénicas, irritantes, tóxicas para la reproducción o incluso cancerígenas. Sustancias tales como el benceno y el formaldehído (8) o como, entre otras, los almizcles artificiales o los ftalatos (9).

El tema llegó a generar una polémica considerable, e incluso una de las empresas que se lucra con este negocio interpuso acciones judiciales contra la BEUC , que se reafirmó en las conclusiones de los análisis que había realizado (10).

Las asociaciones de consumidores europeas , además de hacer algunas recomendaciones concretas (11) , lamentaban la insuficiente regulación existente que permite que se comercialicen productos sin que antes se hayan hecho adecuadas comprobaciones acerca de muchas de las sustancias que se utilizan. Algo que ,como se ve en otros apartados de esta web, no es exclusivo precisamente del sector que ahora nos ocupa.

En relación con el argumento con el que iniciábamos este apartado sobre los ambientadores, y por concluirlo, puede ser interesante que les reproduzca la afirmación que hizo el director de BEUC: que “al contrario de lo que se nos hace creer, los ambientadores y perfumes para el hogar no purifican el aire ,sino que lo contaminan al emitir sustancias claramente tóxicas”. La recomendación que hacía es que se realizase una ventilación adecuada y se empleasen métodos más naturales para ambientar las casas. Creemos que tales recomendaciones son muy de sentido común, que lo que hay que hacer no es incrementar la complejidad del cóctel químico que respiramos, sino reducirla en todo caso. Para no exponernos a alguna intimidante acción judicial simplemente les pediremos que reflexionen acerca de la conveniencia de añadir al aire que respiramos todas las sustancias sintéticas que cualquier fabricante haya tenido a bien incluir en sus productos. 
 

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NOTAS:


 

1 Algunos de ellos advierten incluso de riesgos muy severos, incluso fatales. Al margen de esto, pero con evidente relación, cabe decir que si uno bucea en la literatura científica puede incluso encontrarse con cosas tan singulares con un caso concreto en el que un ambientador que contenía hidrocarburos alifáticos de cadena corta apareciese vinculado a fibrilaciones ventriculares que podían resultar fatales (LoVecchio F & Fulton SE. Ventricular fibrillation following inhalation of Glade Air Freshener. Eur J Emerg Med 2001 8 (2): 153-4)


 

2 Sarwar G et al. Indoor fine particles: the role of terpene emissions for consumer products. J Air Waste Manag Assoc 2004. 54(3): 367-77

Liu X et al. Full scale chamber investigation and stimulation of air fresheners: emissions in the presence of ozone. Environ Sci Technol 2004 . 38(10): 2802-12


 

3 Ver ,por ejemplo: Anderson RC & Anderson JH. Toxic effects of air fresheners emissions . Archives of Environmental Health 1996; 52 (6): 433-41. Los autores creen que esto arrojaría luz sobre las quejas de algunas personas expuestas a los ambientadores.


 

4 Farrow A et al. Symptoms of mothers and infants related to total volatile organic compounds in household products. Arch Environ Health 2003 58(10): 633-41 .


 

5 Investigadores de la Universidad de Bristol preocupados por los compuestos orgánicos volátiles –aldehídos, xileno, ketonas- que liberaban algunos productos como los ambientadores , publicaron en 1999 un artículo en la revista New Scientist. En él , además de aludir a incrementos en las tasas de depresiones y dolores de cabeza en las embarazadas , se añadían infecciones de oídos y diarreas en niños de pocos meses.


 

6 Emission of chemicals by air fresheners. Test on 74 consumer products sold in Europe. January 2005. BEUC.


 

7 Ver ,por ejemplo, en consumer.es ( http://www.consumer.es/web/es/salud/2004/11/22/112241.php)


 

8 Cancerígenos


 

9 Tóxicos reproductivos


 

10 Ver, por ejemplo, en http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/2005/02/24/117318.php


11 Como ,por ejemplo, advertir sobre el carácter especialmente problemático de algunos productos de combustión o de ciertos difusores eléctricos.

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