La marea negra en el Golfo de Méjico tras el hundimiento de una plataforma petrolífera de British Petroleum el 20 de abril llena estos días los telediarios y las páginas de los periódicos.
Y como suele suceder en situaciones de urgencia, pareciera que todo vale, especialmente si con ello los responsables consiguen aminorar el impacto visual del desastre.