Una nefasta combinación: alteradores endocrinos y cambio climático (Env. Health Persp. 2005)
¿Hasta qué punto se están combinando, y de qué forma, los efectos de la contaminación química con los del cambio climático en contra de algunas especies tales como el oso polar o algunas gaviotas?
Desgraciadamente los males nunca suelen venir solos. La contaminación química del planeta viene a sumarse a otros factores que también afectan negativamente a las especies, potenciando sus funestas consecuencias.
Este tema es abordado en un interesante artículo publicado en la revista Environmental Health Perspectives por un científico de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Trondheim (Noruega). Su título: Endocrine-Disrupting Chemicals and Climate Change: A Worst-Case Combination for Arctic Marine Mammals and Seabirds? ( Jenssen BM 2006. Endocrine-Disrupting Chemicals and Climate Change: A Worst-Case Combination for Arctic Marine Mammals and Seabirds? Environ Health Perspect 114:76-80. doi:10.1289/ehp.8057 ). En castellano: Sustancias químicas alteradoras endocrinas y cambio climático: ¿la peor combinación para los mamíferos marinos y las aves marinas del Ártico?
¿Pueden ser estas sustancias químicas una especie de "puntilla" para unas especies que ya lo pasan bastante mal con los cambios producidos por el cambio climático?
El artículo comenta como tanto el cambio climático como la exposición a sustancias químicas contaminantes que actúan como alteradores del equilibrio hormonal son consideradas como dos de las más serias amenazas para la integridad de la biodiversidad y los ecosistemas. Pero va más allá y manifiesta la seria preocupación existente "por los posibles efectos de las sustancias químicas alteradoras endocrinas sobre la habilidad de los mamíferos marinos y aves marinas del Ártico para adaptarse a las alteraciones causadas por el cambio climático".
El texto alude a la asociación de varias sustancias organocloradas tales como ciertos PCBs , el DDT, el hexaclorobenceno o el oxiclordano con alteraciones hormonales -por ejemplo en el tiroides y en las hormonas sexuales- en mamíferos y aves marinas.
Especialmente desde los años 50 del siglo XX, el Ártico ha venido siendo amenazado por el transporte hacia él, a través de la atmósfera básicamente, de una serie de sustancias químicas sintéticas contaminantes que han sido detectadas en los tejidos de especies como el oso polar (Ursus marítimus), las morsas (Odobenus rosmarus), diversas especies de focas , las belugas (Delphinapterus leucas) o las gaviotas hiperbóreas (Larus hyperboreus). Como es sabido muchos contaminantes tienden a bioacumularse en los seres vivos, creciendo en concentración a medida que se sube por la pirámide alimentaria (puede ser interesante leer: El mito de la "dilución" ). De ahí que no sea extraño haber detectado en los seres vivos del Ártico, como dice el estudio referido: PCBs, hexaclorobenceno, dioxinas y furanos policlorados, naftalenos policlorados o pesticidas organoclorados-
Por si fuera poco, más recientemente, han venido a tomar el testigo otros "nuevos" contaminantes, que cada día merecen una mayor atención por parte de la ciencia, tales como los compuestos perfluorados, entre ellos el perfluorooctanosulfonato o los polibromodifeniléteres, que ya están también en los cuerpos de aves marinas y mamíferos marinos del Ártico, en concentraciones crecientes.
Es una triste realidad que la alegría por el descenso de la concentración de algunos contaminantes más clásicos, que podría perrmitir una esperanza, se vea frustrada por el crecimiento de concentración de otros más "nuevos".
SORPRENDENTES SINERGIAS ENTRE LOS CONTAMINANTES QUÍMICOS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO A LA HORA DE HACER DAÑO A LAS ESPECIES
Crece la literatura científica sobre las más diversas alteraciones que los contaminantes químicos están produciendo en la vida salvaje. Entre ellas, alteraciones en la actividad reproductora, en la morfologia o en la fisiología de los especímenes, sean invertebrados, peces, anfibios, aves, reptiles o mamíferos carnívoros. Entre las alteraciones que más preocupan figuran las que tienen que ver con el tiroides y con los efectos sobre el desarrollo del sistema nervioso y sobre el aspecto cognitivo.
En la gaviota hiperbórea , por ejemplo, se ha estudiado la relación entre la presencia en sus tejidos de contaminantes como los PCBs y determinadas conductas aberrantes que las llevan a ausentarse de los nidos o no incubar, con nefastas consecuencias. Entre las hipótesis que se barajan está el que las alteraciones neurológicas inducidas por la exposición a contaminantes les haga más difícil encontrar comida. Todo sumado al hecho de que se ha comprobado que las hembras que tienen mayores niveles sanguíneos de contaminantes organoclorados como hexaclorobenceno, oxiclordano, DDE,PCBs,... tienen más probabilidad de tener huevos infértiles. Además, la presencia de contaminantes de ése tipo ha sido asociada también a una menor tasa de supervivencia posterior de las aves que llegan a nacer.
Uno de los efectos de los contaminantes a los que alude el estudio noruego del que hablamos es el de producir, por ejemplo, una serie de alteraciones tiroideas que inciden en una deficiente conformación del plumaje de las aves. Esto genera una asimetría en las plumas de las alas que añade un mayor esfuerzo y consumo de energía a la hora de volar. Esto hace que sus desplazamientos en busca de comida sean mucho más difíciles. Y ello, en un medio cambiante a consecuencia de las alteraciones producidas en sus hábitats a consecuencia del cambio climático, podría acabar por tener unas consecuencias muy graves. Hay una serie de cosas que ya son difíciles con una condiciones óptimas, pero que con unas condiciones mermadas por los contaminantes, podrían ser insalvables.
Alude también el artículo a diversos daños registrados en diversas especies de focas, tales como los que tienen que ver con el tiroides, y se refiere también a los efectos sobre el oso polar (tiroideos, alteración ciclos reproductivos en las hembras, menor nivel de testosterona en machos, alteraciones neurocognitivas, ...)
Si a efectos como los descritos se suman los del cambio climático, la fórmula no puede resultar más inquietante. El cambio climático viene de la mano con alteraciones en la disponibilidad y localización del alimento, cambia las fechas de reproducción de las especies, y genera otras variaciones que pueden requerir grandes esfuerzos adaptativos. Por ejemplo, en relación a los osos polares, reduce la capa de hielo, lo que puede tener serias implicaciones a la hora de alimentarse o criar. Máxime para unos individuos con diversas facultades o habilidades mermadas por la exposición a los tóxicos ambientales.
Todo lo comentado añade seriedad al problema que la contaminación química está generando en la Biosfera. La conservación de la diversidad biológica sobre nuestro planeta tiene un capítulo importante en el ámbito de la lucha contra la contaminación química.
Ello es una prioridad inexcusable para el FODESAM.
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