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Retardantes de llama en leche materna y criptorquidia

La criptorquidia , una anomalía del desarrollo genital que hace que los testículos no desciendan debidamente de la cavidad abdominal hacia la bolsa escrotal, parece estar creciendo espectacularmente en el mundo desarrollado. Tal incremento muy probablemente es debido y así lo piensan los investigadores, a factores ambientales. A la hora de determinar las causas causas de tal incremento, la exposición a las más diversas sustancias tóxicas, tan omnipresentes en el mundo moderno, está cogiendo una fuerza especial en las investigaciones que se realizan.

Uno de los grupos de sustancias investigados es el de los retardantes de llama, muy profusamente utilizados en el mundo actual en los más diversos productos y que luego acaban siendo detectados como contaminantes en el cuerpo humano de una forma muy extendida.

Un equipo de investigadores daneses y finlandeses procedió a estudiar las posibles asociaciones entre los contenidos de PBDEs (polibromo difenil éteres), un grupo de retardantes de llama muy usados, y la incidencia de la criptorquidia.

La investigación ( Main et al. Flame Retardants in Placenta and Breast Milk and Cryptorchidism in Newborn Boys. Environmental Health Perspectives Vol. 115. Num. 10. oct 2007 ) se basó en analizar la presencia de 14 PBDEs en placentas y en leche materna.

Se encontró una clara asociación entre las concentraciones de PDBEs en la leche materna -tomada como indicadora de la carga de estas sustancias en general en el cuerpo de las madres-  y la criptorquidia. La exposición prenatal a estas sustancias , según se decía "puede tener un efecto adverso sobre el crecimiento testicular".

Se hacía notar cómo en estudios realizados con animales, se apreciaba que los PBDEs pentabromados mostraban efectos antiandrogénicos. Se ha constatado, por ejemplo, como la exposición a sustancias de este último tipo en la puede retrasar la edad de la pubertad en machos y hembras de rata y afectar el crecimiento dela próstata y las vesículas seminales. También se ha visto que la exposición gestacional de ratas al BDE-99 acorta la distancia ani-genital en machos y hembras, además de reducir los niveles de testosterona y estradiol, entre otras cosas.

Se piensa que los efectos antiandrogénicos del PBDE estarían en la base del no descenso de los testículos ( que depende mucho de los niveles de andrógenos)

Una cosa importante que apunta el estudio es que los efectos de este tipo de sustancias pueden producirse a los niveles de concentración, teóricamente "bajos", en que son detectadas en la población general.

Los PBDEs analizados eran, los BDEs: 28, 47, 66, 71, 75, 77, 85, 99, 100 ,119, 138, 153, 154, 183). Se vió asociación clara entre la exposición a la suma de 7 de estos compuestos ( 47, 153, 99, 100, 28, 66, 154) en la leche materna , así como para los congéneres individuales 47, 100 , 28, 66 y 154.

Por supuesto, como es costumbre, se analizaron los posibles factores que podían inducir a confusión para filtrarlos y determinar la asociación real de los PBDEs. Por ejemplo, la edad de la madre o el tabaquismo, y se vió que estas cosas no influían significativamente. 

Como se apunta en este estudio científico, la exposición de la población general a PBDEs puede proceder de los más diversos productos, desde tapicerías a materiales de construcción pasando por aislantes , aparatos electrónicos, tejidos, etc. llegando a nosotros a través de las más diversas vías, incluída la inhalación del polvo o la dieta. Algunas de estas sustancias, como el BDE47, el BDE-99 o el BDE 153 pueden acumularse en el tejido graso.

Estudios con animales han vinculado los PBDEs con alteraciones hormonales (afectando por ejemplo el metabolismo y transporte de las hormonas tiroideas, que es fundamental para el desarrollo de muy importantes funciones orgánicas).

 

 

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