El agua

Lamentablemente, en nuestro mundo moderno, la contaminación química de las aguas, a un nivel u otro, es algo cotidiano. Y los sistemas de depuración usuales es frecuente que no basten para eliminar muchos de los contaminantes químicos más preocupantes que aunque puedan estar presentes a niveles "bajos" de concentración, ello no es garantía plena de ausencia de ciertos riesgos de problemas sanitarios mayores o menores.

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Muestra del creciente recelo hacia las aguas de consumo urbano es que estén creciendo tanto las ventas de agua embotellada, carísima, y que tampoco está necesariamente exenta de ciertas cosas en algunos casos. Ejemplo de ello son las investigaciones científicas que han revelado migración de algunos contaminantes hormonales al agua desde algunos de los plásticos empleados para envasarlas.

¿Que contaminantes químicos puede haber en el agua?: pesticidas, metales pesados, fármacos, ftalatos,...

En algunas zonas geográficas concretas, por ciertas razones, como sucede en muchos municipios de Castilla y León, puede existir además una notable presencia de arsénico.

Un factor de relevancia nada desdeñable, pero inadecuadamente tenido en cuenta, es que factores como una cloración excesiva, pueden hacer surgir en el agua nuevos contaminantes, como es el caso de los trihalometanos, asociados, entre otras cosas, a un exceso de cánceres de vejiga. La cloración de las aguas no ha sido un sistema que no haya tenido discusión (y se han barajado otras opciones como la ozonización, pero no entraremos en ello)

¿HAY SOLUCIONES?

Sí, en mayor o menor medida. Vigilar de qué materiales son las conducciones de agua corriente en una casa, dejarla correr un rato por las mañanas, instalar purificadores de agua o, en el caso de ciertas aguas embotelladas, optar por recipientes de cristal, son algunas de las opciones que luego detallaremos un poco más.

EL PROBLEMA

¿Vigilamos debidamente la calidad química de las aguas que consumimos?. ¿Qué sabemos realmente acerca de ello?. ¿Sabemos realmente algo objetivo o simplemente confiamos ciegamente en las administraciones y empresas que se ocupan de su potabilización?. ¿Que criterios se tienen en cuenta para definir un agua como potable?. ¿Que agentes patógenos son eliminados ante todo?. ¿Microorganismos?.

Imaginemos la complejidad del cóctel químico que puede verter a las aguas hoy en día cualquier pueblo o ciudad. Miles de compuestos químicos diferentes que se combinan entre sí y con los naturales en continuas reacciones químicas. ¿Se han planteado alguna vez hasta que punto pueden ser eficientes en eliminar todo éso los sistemas de depuración de aguas que suelen usarse?. ¿Hasta que punto existe garantía de que no persistan muchos contaminantes químicos aunque sea a niveles "bajos"?

Es un hecho objetivo, y ello lo han revelado los diversos análisis realizados (pese al muy deficiente control existente y la mucha más deficiente información que se da a la población de los datos de que se dispone, ya que existe una enorme falta de transparencia con la información disponible sobre estos asuntos) que en el agua de abastecimiento de muchas ciudades han aparecido los más diversos contaminantes químicos como herbicidas o trihalometanos. Lo sistemas de control, así como la normativa, dejan mucho que desear en algunos aspectos.

SOLUCIONES

Una de las primeras cosas a tener en cuenta es la naturaleza de los materiales de las conducciones a través de las cuales nos llega el agua al grifo. Conviene recordar que hasta hace no mucho se empleaba el plomo, un tóxico muy peligroso, en muchas de ellas (y este material todavía no ha sido totalmente erradicado en algunas poblaciones). Más recientemente se han empleado conducciones de diversos materiales, por ejemplo algunos plásticos como el PVC, que bien por ellos, bien por algunas sustancias empleadas en las junturas, podrían, según factores como los aditivos que contengan, causar la acumulación de ciertas sustancias en el líquido elemento. Elegir bien los materiales de las conducciones, siempre que se pueda, puede ser importante. Entre las alternativas pueden citarse: acero inoxidable, gres, arcilla,... e incluso algún autor aconseja el empleo de algún plástico que, al menos por lo que hasta ahora se sabe, parece ser más saludable.

Como medida preventiva mínima está la de abrir el grifo y dejar correr un poco el agua por las mañanas (si es posible reutilizar ése agua para un uso secundario a fin de no despilfarrarla) ya que durante la noche pueden haberse ido acumulando sustancias en el agua retenida.

Cada vez se está popularizando más el uso de FILTROS o PURIFICADORES del agua. Los hay que se acoplan al grifo. También los hay que se instalan bajo los fregaderos. Otros se emplean fuera del grifo depositando el agua en un recipiente.

Cada vez es mayor la demanda de filtros de agua doméstica y a la hora de elegirlos hay que cerciorarse bien. Los vendedores, en general, no suelen saber de estas cuestiones, tan sutiles a veces, de los contaminantes químicos. Hay que tener cuidado ya que hay vendedores que, por razones obvias, pueden tender a vendernos los filtros más  caros pero que no necesariamente son  los mejores. Hay que seleccionar marcas de toda garantía y con un alto grado de eficiencia en el filtrado de tóxicos a niveles "bajos" de concentración. Para ello es bueno buscar establecimientos o distribuidores de toda garantía.

Entre los sistemas de filtrado se cuentan los de carbón activado, ósmosis inversa o destilación. A veces pueden combinarse distintos sistemas en un purificador, como por ejemplo, la ósmosis inversa y el filtro de carbono.

Con diversos filtros de garantía se han observado diferentes grados de eliminación de sustancias tóxicas presentes en el agua, tales como hidrocarburos aromáticos, plomo o sustancias cloradas.

Si se está en una zona con problemas suplementarios de contaminación de agua, como puede ser el de un exceso notable de nitratos, es probable que deba añadirse algún complemento.

Factor a tener en cuenta es que existen determinados sistemas que despilfarran mucha agua, cosa que hay que considerar a la hora de seleccionarlos, bien sea para buscar sistemas que gasten menos, o bien para dar otros usos a ése agua.

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