Han pasado ya a la Historia los tiempos en los que los problemas ocasionados por los tóxicos podían parecer cosas puntuales que se daban en circunstancias o lugares concretos, como accidentes o zonas especialmente contaminadas. Con ser estremecedores en ocasiones los relatos de tragedias químicas como la de Bhopal (India) o inquietantes las consecuencias derivadas de la utilización del Agente Naranja en la Guerra de Vietnam, los cientos de miles de vietnamitas y los miles de veteranos estadounidenses que siguen sufriendo por malformaciones en sus hijos, linfomas, sarcomas y otros problemas de salud, cosas como estas se quedan en nada frente a la entidad de lo que aquí estamos viendo.