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Pesticidas domésticos

Si reparamos en lo que se dice en otros apartados de esta misma web sobre los pesticidas, podremos reparar en que el usarlos o no en casa no es algo tan frívolo como mucha gente puede pensar. Entre los pesticidas que se han venido usando en los hogares se cuentan algunos con presencia de sustancias que la literatura científica ha asociado a los más diversos problemas ( asma, alergias, hipersensibilizaciones, dolores de cabeza, pérdidas de memoria, desarrreglos hormonales, cáncer, daños al hígado y riñones, depresión, irritaciones,...).

Usarlos o no es algo que debe ser debidamente considerado. Especialmente teniendo en cuenta sectores sensibles de población como las embarazadas, los adolescentes y los niños.

No crea que el mero hecho de que algo se pueda poner a la venta es una garantía de inocuidad que permite que se use como si tal cosa y se rocíe , sin más, en el interior de las habitaciones donde respira la gente.

Moléstense aunque sea tan solo en leer las advertencias contenidas en las etiquetas, al margen de que estas solo adviertan de una parte de los riesgos, normalmente los más agudos y evidentes, olvidando otros más sutiles pero no menos importantes. Si leen las etiquetas inteligentemente, con un mínimo de atención y sabiendo leer entre líneas, se darán cuenta de qué clase de producto pueden tener entre las manos.

En cualquier caso, consideramos prudente advertir que existen críticas a la naturaleza de estas etiquetas. Una de ellas es que se haya llegado a dar el caso de que en un mismo producto, cuando es para uso profesional , se recomienden una serie de medidas de protección, y se establezcan, por ejemplo, plazos de seguridad en los que deben dejarse vacías las estancias y luego ventilarlas, etc. pero que cuando ése mismo producto es para uso doméstico tales advertencias y recomendaciones no vengan.

Otra fuente de información sobre los principios activos y sus posibles efectos son las Fichas Internacionales de Seguridad Química (en España pueden consultarse a través de internet, a través del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, aunque hay otras vías).

Es importante saber qué es exactamente lo que vamos a respirar y qué es lo que , queramos o no, es muy probable que vaya a terminar dejando algún tipo de residuo en nuestro polvo doméstico.

 

ESTRATEGIA

Los pesticidas son "armas" de nuestra "guerra" contra una serie de seres que consideramos indeseables. Pero toda "guerra" requiere una estrategia inteligente si no queremos resultados indeseados en la contienda. Resultados como que pueda ser peor el remedio que la "enfermedad" o unos "efectos colaterales" que no queramos.

Lo primero que debemos observar es la situación real ante la que nos encontramos. Es cierto que se han creado una serie de inercias, que muchas veces favorecen a ciertos sectores. Pero debemos mantenernos fríos, conservar nuestra autonomía de razonamiento, y analizar la cosa con frialdad.

Antes de dejarnos guiar por reacciones histéricas debemos plantearnos cosas tan elementales como cuantos insectos hay, de que especie, que grado de amenaza representan y sobre qué se cierne tal amenaza, si son contagiosos,si pueden morder o picar,... Es decir, cuales son los daños reales previsibles que tales insectos pueden producirnos. Si esos daños no son muy graves, e incluso si tales daños simplemente no existen, ello debe ser tenido en cuenta a la hora de dar una respuesta , la cual debe ser siempre proporcionada y razonable.

Seríamos demasiado simples si no nos percatásemos de que hay una serie de industrias y empresas que se benefician se nuestras reacciones desmesuradas y para las cuales es bueno que usemos enseguida sus productos químicos tóxicos en gran cantidad, al margen de si está justificado o no.

Hay edificios que son fumigados ánte la más mínima presencia de unas  hormigas. Hay incluso edificios , como algunos hospitales y hoteles de Cataluña, que fueron fumigados por detectarse unos insectos y en los cuales mucha gente quedó afectada por los pesticidas (algunas personas incluso con incapacidad absoluta).

Es más, hay edificios, vagones de tren, autobuses, etc. que son fumigados no porque haya insectos, sino de forma regular, siguiendo un calendario, de forma "preventiva".

Si una vez que hemos visto la magnitud del problema vemos que la entidad de este justifica nuestra intervención, podemos estudiar diversas formas de actuar. Por ejemplo, planteándonos por qué están allí esos animales. Porque si resulta que están allí, pongamos por caso, porque dejamos restos de comida por el suelo, una forma de eliminar esos insectos será mejorar la limpieza en ése sentido. Del mismo modo, podemos mirar a ver si tienen algún orificio en el que se refugian y taparlo. Cosas tan sencillas como éstas sirven muchas veces para eliminar un problema sin necesidad de usar unas sustancias que no solo pueden afectar a los insectos sino a nosotros mismos.

A continuación vamos a intentar algunas de las alternativas de lucha contra esos animales que han propuesto diversos autores.

 

CUCARACHAS

La primera forma de ataque, realmente preventiva, es mantener la casa bien limpia y sin restos de comida por el suelo ni accesibles, donde quiera que estén, para las cucarachas. Creánnos si les decimos , por increíble que parezca, que las cucarachas no pueden sobrevivir sin comida y que tampoco tendrán demasiadas ganas de reproducirse en un lugar sin ella.

Si , además, tapamos las rendijas y agujeros por donde puedan meterse, levantamos algún que otro mueble de ésos que pueden pasar décadas sin que nadie mire bajo ellos o tras ellos, etc. es probable que podamos impedir algunos de sus posibles lugares de refugio o cría.

Una buena y concienzuda limpieza de los rincones con vinagre y/o agua con jabón tampoco les creará un entorno favorable.

Para matarlas podemos recurrir a diversos medios. Uno de ellos es tenderles trampas que van desde las típicas tiras adhesivas a instalarles un recipiente que sea muy resbaladizo por dentro con una tablilla para que suban por ella y caigan dentro, atraídas por algo que les guste como algun trocillo de fruta. Y si lo que queremos es envenenarlas podemos mezclar bórax con harina y cacao en polvo. Si por la razón que sea, preferimos venenos comercializados, podemos preguntar en alguna eco-tienda por productos realmente naturales (con mucho cuidado con que no nos vendan uno d elos típicos venenos de siempre con buenas palabras)

Si alguna queda con vida, hay formas de hacer que nuestra casa les resulte poco cómoda. Entre ellas las hojas de laurel que por lo que se ve les molestan enormemente, al igual que el bórax, ya citado, o una infusión de ajenjo. Poniendo estas cosas por los rincones y grietas las haremos la vida imposible.


HORMIGAS

De nuevo la primera medida es la de la limpieza con vinagre. La limpieza no sólo reducirá las posibilidades de alimentación sino que también borrará los caminos olorosos que estos animales hacen y que facilitan mucho sus desplazamientos. Borrarles tales sendas olfativas es para ellas otro contratiempo añadido. Algo que les hará menos grato permanecer en ése lugar.

Para añadirles más elementos disuasorios podemos moler cáscaras de guindillas y pepinos y ponérselas en una serie de puntos clave. Tampoco les agradan cosas como la ruda, la cayena, el limón , la menta o los posos de café con aceite de enebro.

Si queremos matarlas puede servir una mezcla de bórax con azúcar (teniendo cuidado con los niños)


MOSQUITOS

Una primera solución alternativa que no representa la utilización de ninguna sustancia y que, no obstante, es muy eficaz, es la utilización de las consabidas mallas (mosquiteras) en las ventanas y, si hace al caso, también en las cunas y camas.

Antes de usar los pesticidas convencionales con las sustancias conflictivas que pueden portar, conviene saber que hay productos más naturales basados en extractos de plantas como el crisantemo. Este tipo de productos pueden obtenerse en algunas tiendas especializadas, eco-tiendas, que realmente nos ofrezcan garantías sobre su compromiso inequívoco con los productos naturales.

En estas tiendas también pueden vender repelentes de insectos basados en el clavo, geranio, albahaca , lavanda,... Hay también autores que recomiendan frotarse la piel con aceites esenciales de limón, lavanda, melisa o geranio, asegurándose siempre de su origen y preparación natural (ojo porque hay muchas cosas que alardean de tener aceites esenciales y ser muy naturales sin serlo). Otra de las cosas que se proponen es restregarse espliego, poleo o romero o incluso vinagre.

El ajo también parece desagradar a estos insectos ( y algún autor sugiere que comer cosas condimentadas con ajo nos hace menos atractivos para los mosquitos).

Opciones de este tipo deben ser exploradas, antes de recurrir a productos comerciales sin plantearse seriamente su composición sintética. Lo mismo puede decirse de los productos que se ponen en los enchufes y que liberan sustancias en las habitaciones durante toda la noche.

Hay plantas que molestan a los mosquitos como son la albahaca, el tomillo o el romero y nunca estaría de más tenerlas en casa o distribuir ramilletes.

También podemos eliminar las acumulaciones de agua estancada que haya en torno a la casa y donde pueden criar (desde charquitos hasta recipientes)


MOSCAS

Poner mallas en las ventanas.

Tapar bien los alimentos o cualquier cosa que las atraiga.

Situar tiras de papel con una mezcla pegajosa hecha en agua con azúcar y jarabe de maiz.

Tener plantas como el saúco, la menta, el tomillo , la albahaca o el romero.

Poner en diversos puntos, como las ventanas o las puertas, bolsitas de tela fina y muy permeable con laurel, eucalipto, clavo o flores de trébol.

Poner ramos de cornicabra, nogal o lentisco.

Situar manojos de poleo, clavo o ruda.

Les molestan también los olores desprendidos por las cáscaras de cítricos.


POLILLAS

Muchas personas han venido optando tradicionalmente por cosas como la típica naftalina. Incluso por las famosas bolitas con el cancerígeno paradiclorobenceno que se han usado mucho tiempo. Se sabe que algunos antipolillas emiten compuestos volátiles conflictivos que se diseminan mucho más allá de los armarios. Algunas de las sustancias químicas emitidas han sido asociadas a problemas tales como la irritación de las vías respiratorias, daños hepáticos y renales o efectos sobre el sistema nervioso (como la depresión)

Como primera alternativa cabe citar el uso de aceites esenciales realmente naturales, de ciprés, naranja, menta, o clavo, por ejemplo.

Pueden también ponerse en los armarios bolsitas permeables con cedro, lavanda, espliego , mejorana, romero,... que causan emanaciones que desagradan enormemente a estos insectos. También las cortezas secas de cítricos.

Proteger la ropa metiéndola en bolsas de plástico es establecer otra barrera frente a las polillas.


OTRAS COSAS

Para los insectos que invaden la harina , el arroz, etc. cabe decir que les molestan las hojas de laurel, por ejemplo, puestas dentro de los muebles de cocina. Tener envases herméticos es otra medida.

 

 

ÚNASE A LAS MUCHAS PERSONAS QUE YA APOYAN LA CAUSA DEL FONDO PARA LA DEFENSA DE LA SALUD AMBIENTAL. ENTRE TODOS CONSEGUIREMOS UN MUNDO MÁS SANO.

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